miércoles, 30 de septiembre de 2009

La depresión ocasiona mucha incomprensión y poca tolerancia departe de familiares y amigos que no entienden por qué ese desgano, apatía, falta de empuje, pesadumbre. Lo pueden llamar “flojera”, o debilidad. ¡como si la persona quisiera estar así!. Piensan que con decirle “no te sientas mal” o “déjate de esas cosas”. La persona afectada puede cambiar lo que le está pasándole.

El enfermo no entiende lo que le está sucediendo, y la falta de apoyo le afecta aún más. “¡Es que nadie me comprende!, suelen exclamar. La depresión es un problema de salud mental a nivel mundial, y por todos los medios se intenta ofrecer orientación sobre esta condición. En los EE.UU. afecta cerca de 17 millones de personas al año. Proporcionalmente, las mujeres sufren de depresión el doble que los hombres, y el 4% de los adolescentes, pueden llegar a profunda depresión.


Todo ser humano esa expuesto a deprimirse seriamente, aunque sea una vez en la vida. La depresión puede manifestarse de forma diferente, según la persona. En algunos repite con frecuencia, en otros de una sola vez. Puede presentarse sin ninguna razón aparente, o puede ser causada por un evento traumatizante, o por estrés. ¡Hay quienes no pueden pararse de la cama en las mañanas!

Están aquellos que siguen funcionando, pero es obvio que ni piensan ni actúan con normalidad. En casos extremos se alteran, entre tiempo, estados de euforia con lapsos de honda tristeza. Esta condición bi-polar se trata con éxito psicológicamente.

Las causas de la depresión pueden ser emocionales, por una reacción a situaciones y pensamientos, o fisiológicas, debidas a un desbalance en la química del cuerpo. Hay quienes aseguran que la condición también puede correr en las familias, hereditariamente. El grave peligro que puede esconderse tras las sombras depresivas es nada menos que ¡el suicidio! No en todos los casos…pero sí en algunos.

Por eso, si la persona dice cosas como “prefiero estar muerto”, “yo quisiera morirme”, “ustedes estarían mejor sin mi”, o le comenta a alguien que ha pensado quitarse la vida, debe tomarse muy en serio sus palabras, alertando a relacionados responsables para que inmediatamente consigan la ayuda de un profesional de la salud mental.

Existen varios tratamientos psiquiátricos y psicológicos que han sido comprobados como efectivos, aunque no hay patrón que asegure el que funcionen igual con diferentes pacientes. Una combinación de medicamentos con psicoterapia cognoscitiva – conductual, usualmente produce buenos resultados en los tratamientos. El primer paso importante es reconocer la condición y buscar ayuda. Según el grado de severidad, hablar sobre lo que se siente produce alivio. Es necesario que el que escucha, se muestre comprensivo y brinde apoyo, sin criticar, ni decir lo que es bueno o malo, ni indicarle lo que tiene que hacer, aunque si el asunto no mejora, puede sugerir buscar ayuda profesional. Alertamos a otros seres cercanos sobre lo que hemos observado, para reclutar su ayuda. Esto no es traicionar una confidencia, ¡es salvar una vida!

Síntomas que pueden avisarnos de una depresión:

  • Una sensación de vacío y profunda tristeza

  • Pesimismo, desesperanza

  • Fuerte sentimiento de culpa

  • Sentirse sin valor como persona

  • Dificultad para tomar decisiones

  • Dificultad para concentrarse

  • Olvidar cosas importantes

  • Falta de interés en actividades y diversiones

  • Nuevas fricciones con personas

  • Un vivir desgastado, sin energías

  • Funcionar a ritmo lento, “a cámara lenta”

  • Dificultad al dormir

  • Cambio del apetito

  • Dolores de cabeza

  • Dolores por el cuerpo

  • Nerviosismo

  • Irritabilidad y aislamiento

  • Abuso de drogas y/o alcohol

  • Hablar de la muerte y/o el suicidio.

La depresión está íntimamente relacionada con la autoestima baja, y puede ser su causa o su consecuencia. La persona pierde todo deseo de iniciar acción. Ni siquiera se anima a buscar ayuda. Es como si dijera “Que mas da, total, ya nada vale la pena, puesto que yo no sirvo”.

Estos y otros pensamientos negativos y derrotistas inmovilizan y provocan desesperanza en el enfermo. La condición puede agravarse. La depresión es un problema muy serio, y debe atenderse pronto.

Por eso, una mano amiga puede ser la clave para que la persona afectada salga a flote. Saber que a uno le importe a alguien, ¡eso es lo mas importante!

Dr. Alfred D. Herger -de su libro “¡SUPERATE!”Alcanzando tu excel

lunes, 21 de septiembre de 2009

Reiki y las religiones

Entre las críticas que se le hacen a Reiki está aquella que afirma que Reiki profesa ideologías budistas.

En un cursado de Reiki que respete los lineamientos tradicionales del sistema, en ningún momento debería hablarse de doctrinas religiosas (ya sean budistas, cristianas, judías, musulmanas, o de cualquier otra creencia) como parte del sistema Usui de Reiki.

A modo personal, creo que la mayor parte de la responsabilidad la tienen aquellos Maestros de Reiki que no han sabido plantear esta técnica de forma simple y abierta, de modo tal que no queden dudas o sospechas acerca de la naturaleza de Reiki.

Muchos maestros acostumbran mezclar sus creencias personales con las enseñanzas de Mikao Usui y ese el punto de inicio de este malentendido, ya que la mayoría de los puntos conflictivos entre Reiki y religión ni siquieran pertenecen a Reiki; entre estos ítems podemos colocar a las reencarnaciones, los ángeles, los seres ascendidos, el karma, las deidades, etc. Entre las enseñanzas originales del sistema Usui Tradicional no se hace mención a ninguno de estos aspectos.

El concepto de Reiki es simple: servirnos de una energía que nos proveerá, tanto a nosotros como a los demás, de armonía y equilibirio.

Si queremos ser extensivos en este último punto, tenemos que hablar de armonía y equilibrio a niveles físicos, mentales, espirituales, de relaciones sociales, etc. Deteniéndonos en el tema espiritual, que es del que nos estamos ocupando, debemos notar que eso no significa incorporar nuevas creencias ni abandonar otras, sino que un cambio espiritual puede darse gracias a la capacidad de perdonar o de considerar a todas las personas como iguales, siendo ambos conceptos los pilares fundamentales de cualquier religión del mundo, de forma tal que lejos están de convertirse en conflictivos.

Ahora bien, si el problema es que Usui era budista debemos preguntarnos si acaso nos hacemos esos planteos a la hora de comprar, por ejemplo, electrodomésticos procedentes de los países orientales.

Objetivamente, no hay ningún elemento dentro del sistema original de Reiki que provea de argumentos a quienes plantean incompatibilidades religiosas. Ya hemos visto que Reiki no impone ni condena creencias, y que simplemente se trata de energía. Cualquier intento de pretender mostrarlo de otro modo carece de sustento.

Para finalizar, entiendo que la pregunta que lleva como título esta entrada nos la hemos hecho todos a la hora de practicar Reiki y precisamente esta cuestión tan importante es la que me hizo escribir la presente explicación, para que todos aquellos que estén interesados en Reiki puedan animarse a experimentar Reiki sin miedos ni temores.

jueves, 17 de septiembre de 2009

miércoles, 16 de septiembre de 2009

TRATAMIEMTOS A SEGUIR

Un tratamiento de Reiki básico consiste en 4 o 5 sesiones en días corridos, dependiendo del caso, de una hora de duración cada una, aproximadamente. Mi estructura general de trabajo es la siguiente:

* Entrevista con el paciente y armonización.

En esta primer parte del tratamiento, el paciente presenta su problemática y responde algunas preguntas que sirven para tener una idea más clara acerca de hacia dónde dirigir la terapia; luego de esto, se procede a la técnica que inicia todo tratamiento. Básicamente, es una primer gran limpieza y también una manifestación de metas: aquí el paciente deposita su confianza en mí como terapeuta y expresa su voluntad de armonizarse; la confianza y la fe del paciente son determinantes para el éxito de su tratamiento.

* Trabajo sobre el pasado personal

El paciente hace un repaso guiado de todas las situaciones que le generaron conflictos y que aún no ha podido resolver. Mediante el envío de perdón, aceptación y sentimientos similares a momentos dolorosos, buscamos que pueda comenzar un cambio de visión respecto de los temas pendientes en su vida, de manera tal de poder convivir con ellos de una manera más armónica hasta lograr resolverlos.

* Remoción de bloqueos energéticos localizados.

Es una técnica de origen marcadamente chamánico, por lo que no pertenece al sistema Usui Tradicional. Permite remover emociones bloqueadas en alguna parte puntual del cuerpo y que se manifiestan en forma de contracturas, dolores o enfermedades.

* Tratamiento mental-emocional.

En esta parte del tratamiento se trabaja el pensamiento positivo del paciente. Esto es lo que permite, junto con la repetición de las afirmaciones que va a recibir al terminar el tratamiento, el cambio de conciencia necesario para poder lograr el equilibrio.

* Tratamiento de de cuerpo entero

Lo utilizo para concluir la serie de sesiones. A partir de esta última sesión, el paciente continúa con su proceso de sanación personal con los elementos y conclusiones que hayan surgido en la semana de terapia.

Al final del tratamiento, doy una afirmación para repetir 3 veces por la mañana, 3 por la tarde y 3 por la noche (9 veces diarias en total), por 30 días seguidos; esto se hace para fortalecer la creación de un nuevo hábito.

Si imaginamos los problemas como las capas de una cebolla, primero resolveremos los más inmediatos o los más accesibles a nuestra conciencia; no obstante, una vez resueltos podrían exponer otros problemas latentes no manifestados hasta ese momento. Por eso, podría darse el caso en que el paciente desee realizar un nuevo tratamiento si han surgido otras temáticas por trabajar. También es muy común que la gente manifieste su intención de recibir sesiones individuales de relajación en forma periódica.

Es muy común que el paciente, por estar abrumado por sus problemas, no vea las situaciones con claridad y desaproveche oportunidades de mejorar, por eso parece que luego de un tratamiento de Reiki uno “atrajera” cosas positivas, cuando en realidad esto no tiene nada de mágico o milagroso. Si bien nuestras acciones están condicionadas por muchos factores que desconocemos, también es cierto que la capacidad de decisión en nuestras vidas es mayor de lo que pensamos. Es por eso que debemos confiar en el poder de nuestra mente y en la fe como medios de alcanzar el bienestar al que tanto aspiramos.

EL PODER E LA INTENCION

Es frecuente leer en algunos autores que Reiki es una energía que se conduce por sí misma, hacia donde más necesita. Esto es cierto, pero nos encontramos con la posibilidad de conducir la energía por medio de nuestra voluntad.

Por otro lado, tenemos la idea de que Reiki funciona aún en las personas que descreen de su eficacia. Para aclarar este punto necesitamos hacer dos aclaraciones:

1. Reiki no es cuestión de fe, existe y es muy efectivo
2. Una persona que no crea que un tratamiento de Reiki va a hacerle bien (y podemos hablar de cualquier otra hecha sin convencimiento), no mejorará en absoluto. Es decir, una persona que no está convencida es una persona "cerrada", y mi experiencia personal me dice que en estos casos es muy poco lo que se puede hacer, precisamente por esa barrera que hay entre Reiki y ella.

Al momento de recibir un tratamiento, una persona que nos cuenta abiertamente su problema tiene muchas más probabilidades de mejorar que otra que adopte una actitud contraria, porque eso significa que se han vencido represiones y negaciones, es decir, la conciencia y la apertura es mayor.

Como reikistas, tenemos la herramienta de la intención, la cual nos permite guiar la energía con un fin en particular, que puede ser tratar un aspecto mental o emocional, alguna parte del cuerpo en particular, el pasado personal, cambiar un hábito, etc.

Por eso yo sostengo que si bien Reiki efectivamente se dirige naturalmente hacia los ámbitos fuera de equilibrio, ayuda muchísimo "abrirle las puertas" para que no tenga que "romper las ventanas". ¿Qué quiere decir esto? Cuando uno está más dispuesto a ser ayudado, se vuelve más permeable y Reiki actuará mejor.

Ahora, ¿qué pasa ante una persona que no quiere ser ayudada? A la hora de evaluar el nivel de receptividad, podemos evaluar 3 casos:

1. La persona abiertamente manifiesta sus deseos y su confianza de estar mejor: seguramente este paciente aprovechará su tratamiento (recordemos que nunca debemos asegurar resultados). En un caso así no tendremos mayor dificultad en utilizar nuestra intención para conducir la energía y las sensaciones de bienestar probablemente sean manifiestas
2. La persona no cree en Reiki, se somete al tratamiento por obligación (algún familiar que pidó turno por ella, por ejemplo) y se muestra nada comunicativa de su caso: lo más probable es que no experimente sensación alguna y que abandone su tratamiento al cabo de la primer sesión. Podemos decir que ejerció su libre albedrío (en este caso, voluntad de no dejarse ayudar) y que por mucha dedicación e intención que pongamos en nuestra práctica, la energía parece "rebotar"
3. El paciente muestra un grado elevado de reserva, duda acerca de la eficacia de Reiki, pero quizás por necesidad propia acepta ser tratado: este es un caso en el que Reiki tendrá que hacer uso de su capacidad de dirigirse sola hacia donde más se la necesite y de ese modo abrirse paso entre las barreras energéticas (de voluntad) del paciente.

Principalmente en este último caso puede darse lo que se denomina reacción radical. Como toda terapia, Reiki puede generar rechazos. Entre estas manifestaciones podemos encontrar la intensificación momentánea de algún dolor previo al tratamiento, mareos, dolores de cabeza, llanto, ganas de no continuar el tratamiento, etc. Debo aclarar que estas no son contraindicaciones de Reiki ni efectos secundarios, sino la consecuencia natural de atacar un conflicto energéticamente muy defendido (de difícil acceso a la conciencia).

La clasificación previa está hecha únicamente con un fin teórico, ya que todos poseemos todas esas cualidades de forma simultánea (la lucha entre los deseos estar mejor o seguir igual), por lo que en la vida real encontraremos todos esos rasgos mezclados entre nuestros pacientes, y por supuesto, en nosotros mismos.

De todo lo antes expuesto podemos concluir que un tratamiento de Reiki es mucho más beneficioso cuando se suman y potencian las intenciones tanto del terapeuta como del paciente, a la vez que confiamos en que Reiki obrará, más allá de nuestras voluntades, siempre para el mayor beneficio del receptor.

QUE ES EL REIKI